El trono es mío.

Hoy en mi corazón no hay amor, mi espalda ya no pide ayuda por el peso del dolor, vengo a devolveros en un escrito lo que un día me hicísteis sentir, ahora me toca a mi, vamos a jugar, vamos a ganar.

Hicísteis de la palabra «maricón» el himno de mi adolescencia, desde gritos por el pasillo, burlas, risas por la calle, críticas, intentos de ridiculizarme, ataques por redes… Y todo eso a causa de la mierda de viva vacía que os rodea, muy alegre por fuera y una mierda por dentro.

Y ahora lo que un día quisísteis enterrar está bien alto en un trono, vuestras críticas solo apoyan mi volar y mis ojos solo ven vuestro ruego por piedad.

El chico de 2015 ya no existe, ahora estoy cargado de cojones y si me gusta me pongo tacones.

Mientras tú sigues con tus bambas de cani yo visto de armani. A la vez que dejas encerrada tu mente en los 80, deja tu cuerpo encerrado en tu casa, que tu lengua por aquí no vuelva.

Sigue predicando tu miseria y publicando por las redes tu mierda, poco a poco esta batalla es nuestra, y vosotros solo acabaréis quedando como una pequeña muestra.

Si de verdad el karma existiera, Rajoy estaría comiendo tierra, y esos niños de dos años que ni agua tienen estarían hasta la polla de bienes.

Antes erais los chulos con cojones y ahora sois los cagados perdedores, las reglas han sido cambiadas y el juego lo he ganado.

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